Estruch, Joan (2015): Entendre les religions. Una perspectiva sociològica, Barcelona: Editorial Mediterrània.

Por María del Mar Griera i Llonch
Universitat Autònoma de Barcelona

Estruch, Joan (2015): Entendre les religions. Una perspectiva sociològica, Barcelona: Editorial Mediterrània.
23 de Diciembre de 2015

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En 1972 Joan Estruch escribía que el sociólogo de la religión era percibido como un «individuo marginal» dentro de las ciencias sociales y añadía: «La religión no constituye uno de los temas básicos de la teoría sociológica, o del análisis sociológico de la sociedad contemporánea» (1972: 22). La mayoría de sociólogos del momento consideraban que la religión estaba destinada a desaparecer y que la modernidad llevaba aparejada, inevitablemente, la secularización de la sociedad. En este escenario, Joan Estruch se convirtió en una excepción. Así, a pesar del contexto de indiferencia –o incluso hostilidad hacia el estudio de la religión- consiguió que la asignatura de sociología de la religión, impartida en la Universidad Autónoma de Barcelona, se convirtiera en una asignatura de referencia para numerosos sociólogos catalanes.

Han pasado más de cuarenta años desde entonces y el mundo ha vivido transformaciones profundas en el campo de la religión. Hoy, difícilmente, nadie se atrevería a afirmar que el estudio de la religión es irrelevante o que, parafraseando a Nietzsche, «Dios ha muerto». En las últimas décadas, el mundo religioso ha sufrido cambios notables que han espoleado la emergencia de nuevas investigaciones, nuevos debates y nuevas aportaciones en este campo. El tiempo ha dado la razón a nuestro autor y, actualmente, el estudio y la enseñanza de la sociología de la religión han dejado de ser considerados un «capricho intelectual» o un «empeño inútil». Hoy esta disciplina se encuentra en un momento de expansión y efervescencia.

Joan Struch es hoy un profesor catedrático jubilado. O, como él mismo expresa en el libro que reseñamos, un profesor a quien, en el verano de 2013, la Universidad decidió jubilar porque había cumplido lo setenta años. Estruch no ha desaprovechado el tiempo y en junio de 2015 publicó en catalán el libro Entendre les religions. Una perspectiva sociológica.

Esta obra recoge, en buena parte, el contenido de sus clases en la Universitat Autònoma de Barcelona. Con un estilo ameno, Estruch recorre los temas más relevantes de la sociología de la religión y ofrece una mirada inteligente a las transformaciones más significativas que se han producido en las últimas décadas. Para aquellos que hemos tenido la oportunidad de ser sus alumnos, el libro nos permite revivir la sabiduría que Estruch destilaba en sus clases y su capacidad para explicar en palabras sencillas la complejidad del estudio sociológico de la religión. Para el resto, el libro les ofrece la posibilidad de adentrarse en un tema relevante de la mano de un profesor excelente.

Estruch no es un intelectual al uso: no utiliza frases inacabables, ni párrafos indescifrables llenos de referencias bibliográficas. Estruch consigue transmitir ideas complejas de forma clara y sin perder la rigurosidad. Sus fuentes son heterodoxas y no son pocas las referencias a poetas como Machado, el uso de proverbios o aforismos chinos o las menciones a historiadores y filósofos. Todo ello confiere al texto una amplitud intelectual y una profundidad analítica que lo convierte en un libro interesante para un público amplio, más allá de los aficionados al estudio de la religión.

El libro empieza con un prólogo de Salvador Cardús, quien fue uno de sus primeros estudiantes en la Universitat Autònoma de Barcelona, y sigue con una introducción del mismo Estruch. Es en esta introducción donde el autor explicita las razones que le han llevado a escribir el libro y donde nos dice que, justamente, fueron las peticiones de sus antiguos alumnos lo que le motivaron a llevar a cabo esta tarea. Explica, también, que ha sido una ex alumna, colaboradora y amiga, Clara Fons i Duocastella, quien le ha ayudado a confeccionar el texto a partir de las notas que tomó en el último año que Estruch daba la asignatura.

Para aquellos que no lo conozcan puede parecer extraño que, justamente, Estruch se haya decidido a escribir el libro cuando ha dejado de ser profesor. No es casualidad, el autor no quería que el libro fuera tomado como un «manual» para sus estudiantes, lo que habría hecho que sus clases quedaran «fosilizadas». Para Estruch, «la gracia de la docencia recae, precisamente, en el hecho de ir cambiando, ir evolucionando, tanto en función de las nuevas lecturas e investigaciones, como en función de las preguntas de los estudiantes y el debate con ellos» (2015: 14).

El cuerpo del libro se divide en dos grandes bloques. Una primera parte llamada de forma genérica «La sociología de la religión» y una segunda parte que lleva por título «Los grandes ejes de la investigación contemporánea». En la primera parte, se expone una introducción a la disciplina organizada en tres capítulos: el primero se adentra en la conceptualización de la religión y desgrana los tópicos, malentendidos y confusiones comúnmente vinculados a la definición de la religión. En la segunda explicita la perspectiva de análisis de la religión. Es ahí donde su carácter profundamente sociológico se hace evidente. La perspectiva de Estruch es la que él llama de «agnosticismo metodológico» y su mirada analítica está profundamente anclada en la sociología del conocimiento de los sociólogos Peter Berger y Thomas Luckmann. Es, por lo tanto, una mirada desenmascaradora, crítica y relativizadora pero, a la vez, profundamente humanista. El tercer capítulo está dedicado a los clásicos de la sociología –Marx, Weber, Durkheim y Freud- y sintetiza sus aportaciones más relevantes para el estudio de la religión.

La segunda parte del libro Estruch la dedica a analizar los temas más relevantes de la actualidad en materia de religión: secularización, pluralismo y fundamentalismo. Por un lado, expone la teoría de la secularización, desgrana las críticas que ha recibido y valora su pertinencia para analizar el contexto actual. Estruch no descalifica completamente la teoría de la secularización: ella nos permite entender el proceso por el cual en una sociedad como la nuestra «Dios ha dejado de ser colectivamente obligatorio». Ahora bien, Estruch matiza que el hecho que pierda relevancia social no implica, automáticamente, que la religión desaparezca. Aquello más significativo es que se produce un cambio en la forma de vivir la religión: se produce una crisis de la ortodoxia, se individualizan las formas de la creencia y la religión se convierte en materia opinable. Es crucial, además, tener en cuenta que el contexto de pluralismo religioso influye en la transformación de las formas de creencia religiosa. Precisamente, el quinto capítulo del libro se dedica a exponer los significados del pluralismo y sus consecuencias en sociedades como la nuestra. Consecuencias tanto en el terreno institucional –se rompe el monopolio religioso y a la Iglesia Católica le aparecen competidores- como individual –la religión se convierte en cuestión de ‘preferencia’ y esto tiene un impacto en la manera en la que los individuos se aproximan a la religión. Estruch nos dirá que el pluralismo no es un fenómeno exclusivo de la modernidad –y nos recuerda la escuela de traductores de Toledo o a Ramon Llull entre otros-. Ahora bien, es en tiempos de modernidad cuando el fenómeno del pluralismo se intensifica con mayor fuerza.

La última parte de libro, está dedicado al fundamentalismo. No es esta una tarea fácil en los tiempos que corren. Sin embargo, Estruch consigue ofrecer una mirada rica en matices y, a la vez, profundamente informadora. El autor no se ciñe a un retrato general, sino que describe y explica el auge del fundamentalismo en el marco de cuatro tradiciones distintas: protestantismo, catolicismo, islam y judaísmo. Citando a Machado y a su «aprende a dudar y acabaras dudando de tu propia duda», ofrece una mirada al fundamentalismo desde una perspectiva de la sociología del conocimiento.

Estruch termina el libro con un epílogo donde resume las tesis principales de su pensamiento, o lo que él llama las «conclusiones provisionales, inciertas y revisables» (p. 302) a las que ha llegado después de casi medio siglo de estudio de la religión. Son doce tesis que nos ayudan a comprender sociológicamente la significación, complejidad y relevancia de la religión en el mundo contemporáneo. Este epílogo fue inicialmente escrito por Estruch en el acto de homenaje que sus estudiantes le organizamos en el Instituto de Estudios Catalanes en 2013. Un acto que, erróneamente, sus estudiantes calificamos como «La última lección». Han pasado más de dos años desde entonces y Estruch sigue siendo un maestro para muchos de nosotros. Quizá ya no imparte clases en la Universidad, pero su libro es una lección que perdura y que permite que su estilo, pensamiento y sabiduría sean accesibles a un público mucho más amplio.

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