BRAMADAT, Paul (Anthology Editor), GRIERA, Mar (Anthology Editor), BURCHARDT, Marian (Anthology Editor), MARTINEZ-ARIÑO, Julia (Anthology Editor) (2021), Urban Religious Events: Public Spirituality in Contested Spaces, London, Bloomsbury Publishing

Por María Esther Fernández Mostaza
Profesora Titular de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, miembro del equipo del ISOR-UAB y secretaria general del grupo SGR Network for the Study of Religous Diversity

BRAMADAT, Paul (Anthology Editor), GRIERA, Mar (Anthology Editor), BURCHARDT, Marian (Anthology Editor), MARTINEZ-ARIÑO, Julia (Anthology Editor) (2021), Urban Religious Events: Public Spirituality in Contested Spaces, London, Bloomsbury Publishing
31 de Mayo de 2022

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El principal argumento del libro Urban Religious Events: Public Spirituality in Contested Spaces, editado por Paul Bramadat, Mar Griera, Julia Martínez-Ariño y Marian Burchardt (2021), es que los eventos religiosos: rituales, procesiones y festivales, no son solo coreografías de tradiciones sagradas, sino también rupturas creativas que revelan cómo se experimentan y se cuestionan actualmente las diferentes jerarquías urbanas. Es un libro para leer, ¡sí! y en especial para releer. Cada capítulo te lleva a una tradición, fiesta, procesión, ritual… y a un barrio, ciudad o país diferente. De este modo, a través de estudios de caso, el libro muestra que la conversación (más que diálogo) entre un lugar, sus habitantes y las diversas expresiones de religiosidad van trasformando el paisaje, a la vez que dichas transformaciones nos permiten contemplar las herencias históricas que han determinado el cambio.

Es un libro que se estructura en tres grandes secciones con títulos sugerentes que dan cuenta del contenido de los diferentes capítulos que los integran. En el primer apartado, Después de la ciudad secular: religión y efervescencia urbana, recorremos una Colonia (la Colonia Ajusco en la Ciudad de México) y la plaza Pushkinskaya (en Moscú), al tiempo que visitamos Festivales de Religiones en Italia y nos aproximamos a la Espiritualidad Verde desde los parques de Lausanne y Ginebra. En el segundo apartado, La política de la religión en los espacios urbanos: poder y simbolismo en la ciudad, nos encontramos con lugares de encuentro (y desencuentro): la festividad judía de Sukkah en Barcelona o el yoga en Vancouver, además de la ciudad de Jerusalén como prisma a través del cual podemos ver las ramificaciones potenciales para el futuro de la protesta urbana (en condiciones de resurgimiento religioso dentro de paisajes urbanos cada vez más globalizados), y finalizamos con “tres escenarios” particulares de Madrid que permiten adentrarnos en una idea que bien podría ser transversal al resto de capítulos: el uso de los espacios públicos como escenarios de lucha por la relevancia. Finalmente, con los capítulos que se aglutinan en el tercer apartado, Eventos públicos religiosos, trascendencia urbana y espiritualidad encarnada, nos sumergimos en los sentimientos Sufis, observamos el recorrido del Papa Benedicto XVI en el Berlín de hoy, la práctica del Jiu-Jitsu en Rio de Janeiro, y comprendemos el fenómeno global de las meditaciones colectivas en un lugar, Barcelona, y en torno a fechas específicas.

Uno a uno, los capítulos permiten profundizar ya sea en una manifestación de religiosidad en un espacio o en ambos. No obstante, en esta reseña, quiero centrarme en tres ideas que a mi modo de ver actúan de denominadores comunes de la mayoría de los escritos que componen la publicación, sin la pretensión de ser exhaustiva y reconociendo que cada capítulo es imprescindible para entender el conjunto del libro.

  1. Los clásicos, de actualidad

En primer lugar, las referencias a clásicos de la disciplina sociológica están presentes tanto de manera explícita como implícita. Tan solo comenzar el libro, en la misma introducción (2021: 10) leemos que los eventos religiosos aprovechan un sentido compartido y sentimientos de efervescencia colectiva. Se cita entonces el libro de Durkheim[1] (2001 [1912]), para recordarnos cómo las interacciones que los participantes experimentan como extraordinarias y que estimulan la euforia son capaces de producir efervescencias colectivas. Es la experiencia de tales momentos lo que da lugar a distinciones entre lo sagrado y lo profano como cualidades de espacios, tiempos y estados internos. Una idea que para Giordi y Giorda (2021: 76) queda clara cuando, en una relectura del clásico, afirman en su capítulo “Urban Religious Events” que, si bien en una perspectiva durkheimiana los eventos seculares y religiosos pueden tener efectos similares al crear experiencias colectivas que promulgan lo sagrado, los Festivales de las Religiones pueden tener el efecto opuesto: desvinculando lo sagrado de los eventos religiosos. En este sentido, dichos festivales actúan, según las autoras, como herencias vivas para las que los aspectos culturales y tradicionales de las religiones juegan un papel simbólico, trascendiendo las especificidades de la fe. Para Luz (2021: 111), en su capítulo “Spatial Discourses of Sanctity as a Means of Struggle an Empowerment in a Contested City”, lejos del lamento weberiano sobre el “desencantamiento del mundo” en la era de la modernidad, afirma que somos fanáticamente religiosos como siempre lo fuimos. En ese sentido, las luchas basadas en la religión se están convirtiendo en parte de la vida cotidiana y del lenguaje cotidiano en las ciudades de todo el mundo. Y añade con contundencia que una vez más pareciera que “Dios camina entre nosotros”, y los debates y procesos históricos actuales no pueden ser abordados seriamente con binarismos como religión y nación, religión y secularización, o religión y lo urbano.

“Se podría decir que la religión originó la sociología”, así de contundente se muestra Eduardo Mendieta (2002: 103)[2] cuando quiere expresar que todos los grandes sociólogos han sido también sociólogos de la religión. “A la vez –añade– la religión es el arrecife contra el que la sociología siempre choca y naufraga.” Se puede decir que el libro se “mantiene a flote” guiándose por el faro de querer mostrar qué condiciones particulares se dan para mostrar una manera de pensar sobre la religión y en la religión. Quizás encontremos en Simmel (1971 [1903])[3], el outsider, un aliado, como apunta Luz (2021: 112) al afirmar que las ciudades siempre han sido el lugar de encuentro con el “otro” y la “otredad”, en espacios donde se negocian y disputan diferentes percepciones culturales entre varios grupos, en lugares que comparten el paisaje y compiten por recursos tanto tangibles como intangibles.

  1. Urbano, religioso y evento. Un tríptico más allá de relaciones dicotómicas

Coincido en afirmar que el diálogo ha dejado de ser un mecanismo de comprensión, porque la propia representación de dos ideas es una manera de separar. A partir de esta afirmación, y en un intento de superar la reflexión dicotómica, cabe incorporar el modelo de díptico (Kasmani, 2021: 190) o, mejor, de tríptico para ver los elementos que se conjugan en el texto.

Comenzando con lo urbano, en el capítulo “Spatial Discorses of Sanctity as a Means of Struggle and Empowerment in a Contested City”, su autor Nimrod Luz (2021: 123) nos ofrece una clave interpretativa que podemos extender a otros capítulos en cuanto a manera de ilustrar cómo la religión puede proporcionar un marco útil para narrativas y lógicas espaciales “en competencia”, así como para la construcción de nuevas geografías políticas en la ciudad (que en el caso que estudia es Jerusalén). El autor asevera que la construcción de discursos espaciales alternativos entre grupos minoritarios no solo constituye una estrategia poderosa para reforzar la identidad y el poder, sino que permite políticas espaciales intrincadas que hacen que lo urbano sea vulnerable a una plétora de influencias dentro de un entorno multiescalar. Esta afirmación puede ampliarse con la reflexión en torno a la controversia de Om the Bridge donde Paul Bramadat (2021: 93) en su capítulo “Yoga and Spritiutaliy in the Pacific Nortwest” nos recuerda que las afirmaciones religiosas y espirituales siempre forman parte de discursos sociales más amplios que revelan mucho sobre preocupaciones, intereses y valores mundanos.

En referencia a aquello religioso es Martínez-Ariño (2021: 109) quien nos muestra con extraordinaria pulcritud que los eventos religiosos urbanos sirven como “puntos de entrada” para analizar cambios sociales más amplios relacionados con la diversificación religiosa de las poblaciones urbanas y comprender las dinámicas socioespaciales que se desarrollan en el uso, apropiación y resignificación de los espacios públicos urbanos. Estos eventos tienen múltiples significados e implicaciones. Para las comunidades judías involucradas en las celebraciones, éstas sirven para varios propósitos, incluyendo el cumplimiento de prescripciones religiosas y la práctica de rituales religiosos, la “recuperación” de un lugar en la ciudad y con ella la marcación temporal de espacios seculares como judíos, la normalización de la vida judía, y la reivindicación del derecho a expresar la propia diferencia de manera visible. Además, en coincidencia con celebraciones católicas, esta simultaneidad de identidades religiosas permite visibilizar temporalmente (para luego cuestionar) la hegemonía católica sobre el espacio público en España.

Finalmente, al referirnos a los eventos religiosos en las ciudades contemporáneas, tal y como podemos leer en la introducción, la secularización ya no puede considerarse una explicación hegemónica o que se da por sentada para el cambio religioso. Las ciudades, cabe añadir, ya no pueden considerarse lugares de inexorables declives religiosos. En cambio, existen “secularidades múltiples” que caracterizan no sólo a las sociedades y campos sociales transnacionales sino también a los diferentes urbanismos, que dan forma y movimiento a las urbes. Por ello, es de gran interés haber comenzado el libro con un capítulo en el que Suárez (2021: 17) explora la relación entre territorio y religión, y comprende cómo se expresa la religiosidad en el medio urbano a través de sus formas, sus rasgos y sus características.

Dicho autor (Suárez, 2021: 28) establece en su capítulo “Religion from the Street: Religious Expression in a Popular Colonia, Mexico City” tres dimensiones de las relaciones entre espacio, territorio y fe, que bien pueden trazar un recorrido transversal a lo largo de los capítulos que componen el volumen. A saber: La dimensión macro que es la que depende de las autoridades, la que reproduce iconos legítimos y formas preestablecidas que responden a las tradiciones religiosas pertinentes; es controlado, planificado y alimentado por un aparato eclesial establecido. La dimensión meso: que son las expresiones religiosas en la calle, expresadas a través de altares y oratorios, que funcionan como lugares intermedios que engendran la resemantización del espacio, la marcación y forma de expresión ya sea individual o colectiva en un espacio público local. La dimensión micro, por último, que se refiere a los altares familiares ubicados dentro del hogar, donde la autonomía y la innovación es total, que actúan como depositarios de la memoria familiar y alimento de la fe. (El autor defiende además el particular nexo de unión entre estas tres dimensiones religiosas en y a través de las propias imágenes, ya sean vírgenes o santos, que pasan del altar doméstico a la parroquia, especialmente en los días festivos y durante las romerías, y son las que permiten visitas y recorridos entre los tres espacios para nutrir las relaciones entre los fieles de la comunidad, las autoridades religiosas y el mundo secular.)

  1. Del GPS al LPS

Si el libro lo planteamos como un recorrido, ¡olvidémonos del GPS! Resulta imposible trazar una sola dirección entre un lugar de inicio a otro de llegada. Cada uno de los trabajos aborda intersecciones que son complejas y atractivas y, por ello mismo, más que un instrumento global, es un sistema de posicionamiento local. A mi modo de ver, se pueden destacar las siguientes directrices de orientación:

3.1. El alcance, el contenido, el significado y el contexto en el que se desarrollan los actos religiosos

3.2. La noción de ciudad laica, las contestaciones que surgen en torno a los eventos religiosos en los espacios urbanos, y las dimensiones de las fiestas religiosas urbanas.

3.3. Una aproximación a los llamados nuevos paisajes religiosos urbanos y,

3.4. Por último, el hecho de que muchas ciudades y países han llevado a cabo esfuerzos para promover culturas urbanas.

Siguiendo el hilo de la intersección de múltiples coordenadas, bien podemos usar el argumento de Griera y Clot-Garrell (2021: 160) para concluir esta reseña. El argumento de las autoras se mueve en tres líneas diferentes. Primero, demuestran que el carácter público y colectivo de los eventos que estudian (las meditaciones colectivas) está en contradicción con los retratos clásicos de la espiritualidad holística que han tendido a enfatizar su naturaleza privada (Luckmann 1967)[4]. Esta idea invita a pensar que el surgimiento de nuevas formas de sociabilidad se está creando a partir de redes globales y virtuales, junto con formas efímeras de interacción cara a cara (Molnár 2014)[5]. En segundo lugar, destacan acertadamente la importancia de las dimensiones espaciales y corporales (Fuller y Löw 2017)[6] a través de las que se configura y muestra el carácter urbano de estos eventos. En tercer lugar, por último, observan y constatan tanto la interrelación entre los discursos espirituales y activistas como las afinidades de estos eventos espirituales urbanos con los nuevos movimientos sociales destinados a desacelerar la sociedad (Rosa)[7].

En definitiva, el libro es una invitación a viajar abandonando mapas y creyendo en la aventura de transitar.

 

[1] DURKHEIM, E. [1912] (2001): The Elementary Forms of Religious Life, Oxford, Oxford University Press.

[2] MENDIETA, E. (2002): “Sociología y Religión” en El estudio de la religión, coord. Díez de Velasco, F. y F. García Bazán, Madrid, Ed. Trotta, pp. 103-120.

[3] SIMMEL, G. [1903] (1971): “The Metropolis and Mental Life”, en Individuality and Social Forms, ed. D. Levine, pp. 324-39, Chicago, IL: University of Chicago Press.

[4] LUCKMANN, T. (1967): The Invisible Religion: The Problem of Religion in Modern Society, New York: Macmillan.

[5] MOLNAR, V. (2014): “Reframing Public Space through Digital Mobilizations: Flash Mobs and Contemporary urban Youth Culture”, Space and Culture 17 (1), pp. 43-58.

[6] FULLER, M.G, y M. LÖW. (2017): “Introduction: An Invitation to Spatial Sociology”, Current Sociology 65 (4), pp. 469-91.

[7] ROSA, H. (2013): Social Acceleration: A New Theory of Modernity, Columbia: Columbia University Press.

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