URQUIJO VALDIVIELSO, José Ignacio y CALVO BUEZAS, Tomás (2016), Cultos afroamericanos. Dioses, orisahas, santería y vudú, Ediciones Eunate, Pamplona

Por Jorge Uroz Olivares
Profesor de Sociología y Política Social
Universidad Pontificia de Comillas

URQUIJO VALDIVIELSO, José Ignacio y CALVO BUEZAS, Tomás (2016), Cultos afroamericanos. Dioses, orisahas, santería y vudú, Ediciones Eunate, Pamplona
26 de Marzo de 2018

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Este libro se enmarca dentro del “Decenio Internacional para los Afrodescendientes, 2015 – 2024” de la ONU, y está patrocinado por La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación del Gobierno de España. Y del Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (CEXESI) de la Junta de Extremadura.

Es un libro sobre la religiosidad popular afroamericana; y es fruto del esfuerzo y el trabajo colaborativo de siete profesores universitarios que cuentan con una amplia y reconocida experiencia en este campo socio cultural.  Abordan el fenómeno social, cultural y religioso afroamericano desde diversas ópticas y países y con las herramientas que proporcionan la antropología y la sociología.  Muestra un variado y profundo conocimiento sobre la religiosidad animista, surgida en África y llevada a las Américas, vehiculada por el terrible tráfico de esclavos, que ensombreció los siglos XVI al XIX primordialmente. Al ser evangelizados los esclavos preservan su religión animista mediante la ocultación dentro de las formas y creencias de la religión católica, con el tiempo se produce este solapamiento tiende a lo unitivo y da una nueva religión sincrética. Religión que está ya, hoy día, fuertemente arraigada en la cultura popular de los afroamericanos y que es, en muchas ocasiones, nota distintiva del negro americano como tal individuo inserto en un pueblo y que es vivida como identidad social propia.

A lo largo de este libro podremos ver el origen y causas de esta religiosidad afroamericana, también su desarrollo en el tiempo y el espacio geográfico, la variedad en su composición, su multiplicidad y sus transformaciones. Porque una de las buenas cosas que encontramos en nuestro libro es que los autores recogen su conocimiento y estudio de diversos ámbitos geográficos, bien por su pertenencia bien por haber vivido en ellos, abarcando así la realidad religiosa afroamericana de cinco países con población afroamericana: Brasil, Colombia, Cuba, República Dominicana y España.

Este libro comienza con el In Memoriam, realizado por el Dr. Tomás Calvo Buezas, acreditado sociólogo y uno de los grandes antropólogos españoles, quiere recordar a su viejo amigo y compañero, otro antropólogo posiblemente el mejor afroamericanista español: Ildefonso Gutiérrez Azopardo fallecido el año 2011, Año Internacional de los Afrodescendientes, a los que él dedicó sus investigaciones, y sobre todo su entrega vital de cariño y defensa de sus causas.

La Introducción, “Sincretismo y mestizaje, ayer y hoy” de Calvo Buezas, sitúa los estudios etnográficos de los diversos capítulos dentro de una perspectiva teórica, más amplia y analítica, de la antropología y sociología de la religiosidad popular y del sincretismo en la historia de las religiones, y en referencia a su experiencia de estos fenómenos en muchas Comunidades Afroamericanas e Indias de América.

La primera parte del libro, Perspectiva histórica: esclavitud y religiosidad popular afroamericana, comienza con tres ensayos de Ildefonso Gutiérrez Azopardo, Su primer capítulo “La cultura de la resistencia: negros alzados, huidos, cimarrones y palenques”, contextualiza el espacio social y político, en que se desarrollan los cultos afroamericanos, arrancando de África, pero de un existencial y dramático estado de vida, que es la esclavitud y la colonización imperial en América. “Fueron la esclavitud y la trata negreras las que arrancaron y transportaron millones de africanos al continente americano. La postura y respuesta del negro esclavo ante ellas y ante sus consecuencias de opresión, marginación y explotación dio origen a la resistencia como objetivo y razón de ser de su vida: “Vivir para resistir y resistir para vivir”. A estos alzamientos y huidas conocidas con el nombre de “cimarronaje” se dedica este capítulo. En su segundo capítulo, “La resistencia pacífica: cofradías y cabildos”, Azopardo describe y analiza el origen, desarrollo y funciones de esas Cofradías y Cabildos de negro, que bajo la realidad religiosa católica, mezclaban, añadían y escondían dioses y rituales africanos, dentro de una dialéctica de una firme resistencia étnica y social, aunque en forma pacífica. Las Cofradías de negros existían en España dese el Siglo XII, descendientes de estos, ya libertos, emigraron a América desde el inicio y fundaron allá Cofradías al estilo sevillano. Junto con sus fiestas profanas de bailes y danzas, están relacionados con el nacimiento de las comparsas de carnavales, una celebración crucial y relevante en la sociedad afroamericana de todo el Continente. En su tercer ensayo, “Cultos afrocaribeños”, Gutiérrez Azopardo comienza con la frase clásica de “Los dioses en el exilio” referido a la “emigración de los dioses y cultos desde el África al mundo esclavista americano”. La reaparición de las religiones africanas fue un hecho general entre los negros esclavos y sus descendientes. Analiza también el autor las interesantes sociedades secretas creadas por negros, como la de Abakuá o de los Ñáñigos en Cuba y otras variaciones de cultos afroamericanos, como la Regla de Ochá, la Regla de Palo Monte, el Vudú y las “loas”, enumerando las principales.

Luego viene el capítulo del profesor Tomás Calvo Buezas “Indios, negros y hacendados: un caso paradigmático de colonización compulsiva en el siglo XVIII”. Este ensayo nos ayuda a encuadrar los cultos afroamericanos actuales en las coordenadas históricas del pasado de los negros en América en una sociedad esclavista y colonial, interactuando con otros grupos de dominados, como los indios y de dominantes españoles, en sus diversas funciones de hacendados y misioneros, cada uno con unas características vitales muy singulares; como es el caso que estudia: un militar-cura-misionero en el S. XVIII, obsesionado por reunir en comunidades controladas a indios y a negros alzados, huidos y cimarrones, encerrados en sus palenques.

El profesor mexicano Félix Báez-Jorge, gran historiador y antropólogo, presenta su ensayo “La virgen de la Caridad del Cobre y los caminos de Ochún”, que forma parte de una trilogía de magistrales análisis de tres relevantes devociones marianas sincréticas en América Latina: la de Guadalupe-Tonanztin en México, las connotaciones telúricas de Nuestra Señora de Copacabana en el altiplano andino de Perú y Bolivia y la Virgen de la Caridad del Cobre ligada a “a los caminos de Ochún” en Cuba; relevante mérito del académico Báez-Jorge, como lo ha apreciado el famoso antropólogo de la Universidad de Berkeley George M. Foster.  Báez-Jorge afirma que “… la santería es una religión popular que se configura durante el periodo colonial, aglutinando las deidades del panteón yoruba con las imágenes del santoral católico. El principio de la creencia de este culto parte de la concepción de un poder o deidad suprema que los creyentes identifican como Olofí y Olodumare, a quien se le rinde veneración a través de sus orishas subordinados”. En este marco polisémico de singulares elaboraciones numinosas se explica la asimilación de la sensual Ochún con la epifanía mariana de la Virgen de la Caridad del Cobre.

La segunda parte del libro: Hoy, comienza con un capítulo “El Caribe: Santería y Vudú dominicano” del profesor José Ignacio Urquijo Valdivielso, que analiza la religiosidad afroamericana en la R. Dominicana con sus características propias y se estudian los tipos de altares existentes en esta religiosidad y los elementos (imágenes y figuras religiosas, oraciones, agua bendita, líquidos diversos, ron, tabaco, campana, pañoletas tambores y otros componentes musicales…) que componen el altar de brujería, que es el elemento central del vudú dominicano.  Se estudia la figura del brujo o bokó, con entrevistas a diversos bokós dominicanos. Se recogen y tipifican las oraciones, las estampas y los hechizos, bacases y amarres más populares. Todo ello acompañado de fotografías de los altares, unos caseros otros, propiedad de los brujos y destinados a ceremonias comunitarias. Reproducimos las estampas utilizadas en los altares y las oraciones originales usadas en los embrujos. Después viene una amplia y pormenorizada descripción de La fiesta del Espíritu Santo en El Batey, población montañosa del interior de la República Dominicana, fiesta religiosa que es un magnífico exponente del sincretismo de la santería dominicana. A continuación, se recoge una recopilación de hechizos, bacases y amarres y finaliza el capítulo con un epílogo sobre la religiosidad popular dominicana.

A continuación, viene “Ciudadanía: ¿Por qué no? Estado y sociedad en el Brasil a la luz de un discurso religioso afro‑brasilero” de la insigne profesora argentino-brasileña Rita Segato, que versa sobre la mentalidad de los miembros de los cultos afro-brasileros, que es de una postura crítica y de desconfianza frente a las instituciones del estado brasileño y un retraimiento deliberado en relación a sus leyes. También examina las razones por las que esta mirada crítica no llega a convertirse en una mirada política.  Para ello identifica los posibles elementos presentes en esta mentalidad, que impiden que esta postura contestataria, expresada en los términos del mito, pase a ser formulada en un lenguaje explícito de confrontación política.

La cubana Dra. Aída Esther Bueno Sarduy en “Vestidos para encantar a los dioses: sensualidad, belleza y erotismo en la Santería cubana y el Xangô de Recife, tomando como punto de partida la presencia de los cultos de origen africano en América y el auge y expansión de estos ritos,  aborda, en perspectiva comparativa, algunos de los cambios que se han producido referidos a la vestimenta que utilizan algunos hombres para danzar en los rituales de candomblé, específicamente en el Xangô de Recife (Brasil) y en la indumentaria de las mujeres mientras cumplen el período iniciático denominado iyaworaje en la Santería cubana. Pone de manifiesto que en estas religiones está permitida la expresión de la sensualidad y el erotismo y que éstos son elementos propios de la cultura religiosa. Todo ello tiene lugar en un espacio religioso donde los discursos sobre sexo y género son flexibles y no esencialistas.

El profesor cubano Narciso J. Hidalgo en “La Regla de Ochá en Cuba: asimilación, oralidad y diferencia”, propone una serie de reflexiones sobre esta práctica religiosa llevada por los negros esclavos al Caribe. El trabajo reflexiona sobre el interplay que tiene lugar entre las prácticas de la regla de Ochá y el santoral católico. Por otra parte, se subraya, como dichas prácticas originarias de África, se van adaptando y modificando desde el siglo XVII en Cuba, y se han convertido en un nuevo culto. Los cambios que han ocurrido desde entonces, han diferenciado sustancialmente los rituales africanos de los de Cuba. Sus investigaciones en Nigeria le han permitido llegar a consideraciones que explican las diferencias, que en este ensayo muestra. Por último, un breve epílogo destaca la importancia del conocimiento de estas prácticas religiosas para tener un mayor conocimiento del quehacer cultural caribeño.

Finaliza el libro con: “Los dioses también emigran: Orishas en Madrid”, del sociólogo José Ignacio Urquijo Valdivielso, donde se parte de un breve análisis de la inmigración en España en los últimos años, y del número de afroamericanos establecidos en las ciudades españolas, sobre todo en Madrid. Viendo como esta afluencia ha traído consigo, como un elemento importante en su variada cultura, los cultos y creencias afroamericanos. Se investiga su influencia analizando su presencia en el mundo comercial, mediante los anuncios de prácticas de vudú y otras manifestaciones religiosas  en los medios de comunicación, en pasquines callejeros, en carteles, en internet y sobre todo en el surgimiento de comercios dedicados a la venta de todo tipo de productos utilizados en estos cultos y la presencia de santeros, babalaos, brujos, bokós, y similares que pasan consulta en estancias ad hoc, en las tiendas donde se comercializa todo lo referente a este tipo de religiosidad. En el epílogo, se resalta la desvirtuación de la genuina religiosidad afroamericana de la mano de la globalización y su mercantilización extrema en Europa.

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